lunes, 7 de marzo de 2016

Principales rumbos de navegación.

  • APROADO: no se considera como con un rumbo de navegación, pero es importante saber que es ya que este punto no podemos navegar. La embarcación se para y las velas empiezan a flamear debido a que la embarcación entra en ángulo muerto, en el que las velas no absorben viento y por tanto quedan paradas.


  • CEÑIDA: se dice que un barco "ciñe" cuando su rumbo forma el menor ángulo posible con la dirección del viento (45º). Al no poder ir en línea recta del viento (aproado), debemos realizar bordadas para ir avanzando, cambiando la dirección del rumbo unos 90º, es decir, haciendo viradas y cambiando la dirección de navegación de una amura a otra continuamente.
*Una bordada es el camino recorrido por un velero a un rumbo de bolina entre cada virada, cuando es muy corta se llama repiquete

Seguidamente explicamos gráficamente como sería esa trayectoria de zig-zag contra el viento:


  • TRAVÉS: un barco navega "de través" cuando recibe el viento aproximadamente por el través (mitad de una embarcación), es decir, formando un ángulo de unos 90º con su eje longitudinal. El viento impacta sobre el barco de manera perpendicular. Las velas las mantenemos medio abiertas. Si navegamos en vela ligera podemos levantar la orza a media altura para reducir más la resistencia y ganas en velocidad. El peso de la tripulación debe trasladarse hacia la proa.


  • LARGO: se dice que un barco navega en largo cuando recibe el viento por la aleta (120º con su eje longitudinal). Es un rumbo portante, amollaremos las escotas para abrir más las velas. Navegando a un largo conviene tensar las drizas de la mayor y el foque para adelantar el embolsamiento de la vela hacia el grátil y ganar fuerza propulsora. Por otro lado, una parte de la tripulación debe ir a sotavento y sentarse ligeramente a popa. Si el viento sube deberán moverse a popa y a barlovento.


  • EMPOPADA: navegamos con el viento entrando por nuestra popa, en la mima dirección del viento, es decir, a 180º del mismo. Para navegar en este rumbo soltamos las escotas, abriendo las velas al máximo, casi perpendiculares al eje del barco. El foque queda atrapado por la mayor y no trabaja. Por ello, es un rumbo tranquilo con poco viento pero complicado si este sube y hay olas. El timonel debe ir muy atento para no provocar trasluchadas involuntarias. Por lo general es un rumbo lento.









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